La industria de la moda es uno de los mercados más beneficiado por los avances en la impresión de inyección de tinta en textiles, ya que las marcas de ropa lanzan nuevos estilos cada 12 semanas, como “nuevos estilos”, que derivan de los límites en la cadena de suministro de fabricación.
La ropa con estampados debe diseñarse y ejecutarse cada vez más seguido y con menos transiciones, lo que implica altos costos de instalación de serigrafía combinados con amplios niveles de producción para maximizar la inversión.
El fast fashion alteró el modo de trabajar de las casas de moda tradicionales, trayendo ropa nueva al mercado en menos tiempo. Las nuevas modas ahora pueden llegar a los estantes cada tres semanas, lo que hace que los clientes regresen más frecuentemente para ver qué hay de nuevo.
Para mantenerse al día con esta tendencia en expansión, los fabricantes de tintas están produciendo mejores tintas para sistemas de inkjet con el fin de satisfacer la creciente demanda de diseñadores y casas de moda.
Muchas tintas inkjet ácidas funcionan en nylon, lycra y seda. Estas tintas resisten la decoloración del agua y el cloro; mientras que el algodón y la lana requieren tintas reactivas. Estas tintas se denominan así por qué reaccionan químicamente con las fibras naturales.
Las tintas pigmentadas generalmente se pueden usar en cualquier material textil, eliminando así la necesidad de cambiarlas según el producto. El desafío para los fabricantes de tintas es crear la carpeta correcta que funcione en todas las telas.
La impresión digital de textiles ofrece la oportunidad para que los diseñadores estén más cerca de sus clientes, debido a que con ciclos de moda cortos, la producción no necesita ubicarse en todo el mundo. Esto también abre la puerta a precios premium.
Fuente: Prensa Trade/Indumentariaonline