En los últimos años y en un intento por crecer, mejorar e innovar en la industria textil, se han aplicado una variedad de técnicas biotecnológicas, para el mejoramiento del proceso de fabricación y por ende, del producto final obtenido.
Una de las principales, y más conocidas aplicaciones de la biotecnología en la industria textil, trata el uso de enzimas en los procesos de índole industrial. Cómo se ha de conocer, el tratamiento de los tejidos, abarca varias etapas y en algunas de ellas, las enzimas, también conocidas como “catalizadores biológicos”, son utilizadas para llevar a cabo los procesos, de forma rápida y específica.
Por ejemplo:
* Para el proceso de Desengomado, se utiliza la – amilasa
* Para el proceso de Lavado y Fregado, se utiliza la pectinasa
* Para el lavado del blanqueador, se utiliza una catalasa
* Luego del teñido, para remover el excedente de colorantes,
se utiliza la peroxidasa
* Para el Stone Wash, se utiliza una celulasa neutra
* Para el bio-pulido, se utiliza una celulasa ácida
Cada una de estas enzimas posee una actividad específica, y se nombran en función de la reacción que producen. La terminación en “asa” acompaña al nombre del sustrato, es decir, molécula orgánica sobre la cual actúan. Por ejemplo: en el caso de la amilasa, indica que cataliza al almidón y en el de la celulasa, indica que cataliza a la celulosa.
La especificidad de su acción hace que las mismas actúen sobre el problema de manera puntual, reduciendo la posible aparición de efectos secundarios o no deseados en el tratamiento.
Por su parte, a diferencia de los productos químicos comunes, éstas no se degradan luego de su acción, lo que implica que una baja concentración de enzimas es suficiente para tratar grandes cantidades de tejido.
Estas características, han revolucionado la industria textil, provocando un incremento de productividad y eficiencia en sus procesos productivos, así como una mejora en la calidad de sus productos.
Más aún, las enzimas se utilizan para tratar los efluentes tóxicos producto de la actividad industrial, y por ende, reducen notoriamente el impacto ambiental derivado del proceso, lo que otorga un aumento en el valor agregado de los textiles.
Además de la aplicación de enzimas en el proceso de fabricación, hoy en día la biotecnología investiga el desarrollo de nuevos polímeros obtenidos a partir de recursos no renovables, con el objetivo de mejorar la industria, no solo desde el punto de vista productivo, sino que también, para generar productos sostenibles y socialmente responsables.
Fuente: Lic. Daniel Nielsen , Revista Multiservicios