A través de entrevistas y casos de éxito de protagonistas como Seldfridges, Ecoalf, GANNI, Aesop, o The Circular Project, el informe Moda Sostenible: guía práctica hacia un nuevo modelo, realizado por Docuten junto a Milbrait Asesores, destaca la importancia de que el sector se tome en serio la sostenibilidad y apunta a tres razones fundamentales.
La primera, es que la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, solo por detrás del petróleo, y por delante del transporte, la alimentación, la energía o la industria manufacturera, según la ONU. El 70% de sus emisiones provienen de la producción, en gran parte por el uso de fibras sintéticas; un 22% procede de los viajes de los consumidores para ir de compras; y un 4%, proviene del transporte de la mercancía.
Se necesitan aproximadamente 7500 litros de agua para confeccionar unos vaqueros, el equivalente a la cantidad que bebe una persona promedio durante 7 años y cada año se talan 70 millones de árboles para producir rayón, viscosa o lyocell. Además, la moda es la segunda industria que más cantidad de aguas residuales produce actualmente, con un 20% del total que se genera a escala global.
La segunda alude a las nuevas preferencias de los consumidores, que muestran cada vez más un mayor interés en cómo y dónde se fabrica una prenda, más allá de su coste o apariencia. Según el informe, el 42% de los consumidores españoles se ha vuelto más selectivo a la hora de comprar contribuyendo a un cambio en la filosofía donde la calidad prima sobre la cantidad.
La tercera razón es que ser sostenible es rentable para las marcas. La guía práctica destaca cómo los estándares de sostenibilidad en la industria textil, sociales y de gobernanza son de los más estudiados por los inversores a la hora de evaluar una posible acción económica sobre una compañía.
En consecuencia, el estudio reivindica la necesidad de que el sector de la moda trabaje sobre procesos más sostenibles, sobre todo si tenemos en cuenta que el 80% del impacto medioambiental que tiene un artículo de moda en todo su ciclo de vida se determina en la fase de diseño, donde se elige de dónde vendrán los materiales, su toxicidad, su capacidad de reciclaje y su proceso de fabricación. Como afirma Pilar Riaño, CEO de Modaes.es, es que una cosa está clara “o se invierte en nuevos materiales, nuevos procesos de generación, nueva materias primas, reutilización o menor consumo, o el modelo se terminará” ya que los recursos no son inagotables.
Tendencias en moda sostenible para el futuro del sector
Tejidos orgánicos. Las marcas están creando cada vez más nuevas líneas de moda “sostenible”, con tejidos orgánicos, que generan conciencia en el consumidor final sobre la necesidad de hacer un consumo más responsable y que están ayudando a que la industria textil avance hacia la sostenibilidad.
Ropa Vintage. Una tendencia que se instaló hace unos años en nuestra sociedad y que cobra cada vez más fuerza, con variantes como la transformación de las piezas o el DIY o ropa fabricada por uno mismo.
Fashion sharing. Un fenómeno que aboga por el alquiler de prendas y evita así la compra innecesaria de indumentaria que únicamente tenemos en mente ponernos para un evento puntual o una ocasión determinada. Un ejemplo de empresa entrevistada en el informe, y que ha acogido este modelo, es la empresa española Ecodicta, que decidió llevar el fashion sharing un paso más allá, mediante la apuesta por una línea de negocio en el que el usuario pudiese contar cada mes con ropa distinta en su armario de una manera totalmente sostenible.
Trashion. Fashion made out of trash o ropa hecha a partir de basura y desechos. Uno de los ejemplos más conocidos de esta tendencia es la marca de ropa Ecoalf, una de las marcas a las que se alude en la guía práctica.
Slow fashion. En contraposición al fast fashion, que se refiere a la ropa creada con cuidado, procesos más manuales que industriales, apostando por lo local frente a lo global, buscando la autenticidad.
Packaging sostenible. Su objetivo es crear un packaging de manera que produzca un mínimo impacto medioambiental.
Fuente: Emprendedores/ Indumentariaonline