Ah, la llamada ciudad textil Americana…, sí, Americana fue y es un centro industrial en São Paulo y Brasil con alrededor del 30% de las empresas textiles con sede aquí, con casi el mismo porcentaje (27%) de prendas de vestir, además existe una línea industrial para fibras químicas, la cual se encuentra en expansión. Según datos oficiales de 2019 a 2021, el parque estadounidense produce aproximadamente R$ 4 mil millones/año entre 600 empresas.
Obvio, “…no se puede hablar de Americana fuera del contexto textil/moda desarrollado en la región (Santa Bárbara d´Oeste, Sumaré, Cosmópolis y Nova Odessa), porque la intermunicipalidad es una geopolítica de intereses industriales y comerciales”, como dijo Norberto Arena, que conoció a esta banda del interior de São Paulo por sus conexiones como estilista, y “…donde se puede encontrar de todo: desde tejidos y encajes hasta artículos para el hogar, acrílicos y lanas, tapices y calzados” (ídem) .
Se puede observar que en Americana el desarrollo ganó mejoras que fueron más allá de las ancestrales recolecciones de algodón y los ingenios azucareros. ¿Qué sucedió? Un pueblo de Santa Bárbara d´Oeste creció bajo la influencia de los americanos vinculados al algodón y su procesamiento textil, lo que permitió la introducción de métodos rurales e industriales de manera científica que dio origen a la Villa de Americanos, pueblo textil del que más adelante la ciudad de Americana. No por casualidad, “…y mira, João, el desarrollo social de Americana es muy bueno y recomendable, y eso es por el recurso humano bien organizado y educado en torno a la confección y la moda” [Arena, ibídem]. Lo cierto es que Americana se ha convertido en un referente nacional de los textiles, en general, y hoy, de las fibras químicas que alimentan la moda internacional.
La región Americana trajo tecnología textil a Brasil, por lo que “reintegrar Americana a la línea de exposiciones tecnológicas textiles”, como dicen Pompeo Madeira (del Grupo Fcem-Febratex) y Leandro Zanini (de FIDAM), es ahora una cuestión de honor social y social. histórico.
Si un breve recorrido por la ciudad permite respirar la arqueología agroindustrial que le dio origen, adentrarse en esta historia es recibir una lluvia de conocimientos que los libros de texto escolares no ofrecen. Y es posible ver cómo el tejido empresarial se ha adaptado al ciclo eco-industrial y ha especializado recursos humanos para atender las demandas de ‘low carbon’ y ‘zero-waste’, elevando a Americana a un nivel de negociación abierto al mundo, cuya globalización no permite errores de geoindustrialización.
Percibir en Americana el universo textil/moda que Brasil demanda con un pie en el mundo ayuda a comprender el optimismo con el que Tecnotêxtil Brasil | La TB 2023 fue recibida en la región y en el Estado de São Paulo. ¿Es una apuesta? No tanto, porque la apuesta ya la ha hecho el empresariado empeñado en la modernización en el ámbito de la Industria 4.0, por lo que es fácil entender a Pompeo y Zanini en el empeño por honrar la historia de Americana, del mismo modo que Allá atrás (que se haga justicia) entendí la preocupación de Arena por el aislamiento de la ciudad.
Joao Barcellos, Escritor, historiador y conferencista joao.barcellos.escritor@gmail.com
Fuente: Revista Multiservicios /Indumentaria Online