El día jueves 4 de Noviembre se realizó la Edición 18ª Convención Pro Textil, y la apertura del evento fué realizada por el presidente de la Fundación Pro Tejer, Luciano Galfione, quién destacó la importancia de la cadena de valor textil, que está “constituida mayoritariamente por pymes y de las más numerosas de la industria nacional en cantidad de establecimientos y completa en todos sus eslabones”, y señaló como ejemplo que se trata de “la segunda en materia de generación de empleo industrial, con gran participación femenina y una de las de menor requerimiento de capital inicial para generar puestos de trabajo”.
Con presencia en 17 de las 24 provincias, existe un “enorme potencial de generación de valor agregado” en las exportaciones del sector, “multiplicando casi 50 veces el valor de nuestras materias primas, donde pudimos llegar a un promedio de 55 mil dólares por tonelada de prendas textiles argentinas exportadas”.
“Tenemos un eslabón de la indumentaria que se destaca por su capacidad de desarrollar diseños y marcas, que son reconocidas a nivel mundial y que nos distingue en cada lugar que tenemos presencia. Por todas estas razones, es imposible pensar cualquier política industrial sin que la cadena juegue un rol central en la estrategia de desarrollo productivo y federal para nuestro país”, destacó Galfione.
Luego de destacar el récord de inversiones, con compra de maquinarias 21% mayores a las de 2021, el presidente de Pro Tejer señaló que “el crecimiento del empleo registrado fue el mayor de todos los rubros industriales en 2022”, y graficó: “En julio 2022 según datos oficiales, la industria textil y la fabricación de indumentaria generaron 6.570 nuevos puestos de trabajo registrados en un año, siendo la actividad industrial con mayor creación de empleo dentro los 24 subsectores. Se trata del 2° año consecutivo de creación de empleo formal en el sector, luego de la pérdida de más de 25.000 empleos entre los años 2016 y 2019, y del impacto en el empleo producto de la pandemia”.
Y si bien festejó la recuperación de la actividad y de utilización de la capacidad instalada “mes a mes”, que convirtió a la industria textil como el segundo sector industrial con mayor crecimiento de su nivel de actividad en agosto 2022”, aclaró que aún está sin alcanzar los niveles de los años 2016 y 2017”. “La fabricación de indumentaria y calzado, por otro lado, fue la segunda actividad industrial de mayor aumento en el acumulado de enero-agosto 2022 y acumula 18 meses de crecimiento interanual según datos del INDEC”.
Galfione, sin embargo, alertó por “signos fuertes de alarma” que preocupan al sector, y señaló que “las importaciones de productos textiles e indumentaria alcanzaron en enero-septiembre 2022 un monto superior en 28% en toneladas y 44% en dólares a las compras en el exterior del mismo período del año pasado, con incrementos también en dólares y toneladas para todos los rubros en particular en forma interanual”.
“De mantenerse el ritmo de ingreso de productos importados en los últimos tres meses del año a nivel general, se alcanzará en el año 2022 un monto que superará en dólares y toneladas a cualquier año de la serie desde el 2012”, aseguró Galfione.
El presidente de Pro Tejer afirmó que “parte del aumento de las importaciones está particularmente relacionado con el crecimiento del nivel de actividad de la industria, y la mayor necesidad de insumos para la producción”, pero alertó que existe otra parte que no responde a esas necesidades.
“Les pedimos a las autoridades que prioricemos el uso de nuestras divisas para el acceso a insumos no fabricados para dar respuesta a quienes están invirtiendo y apostando por la industria”, sostuvo.
Galfione admitió que ven “con mucha preocupación que este círculo virtuoso de inversión – producción – empleo empieza a mostrar signos de desaceleración con plantas industriales que empiezan a parar parte de su producción por falta de insumos”. “Debemos destrabar rápidamente esta situación”, aseguró.
El empresario dijo que “el acceso a insumos no producidos y repuestos es clave para continuar con este proceso”, y destacó que “más inversión, es más empleo, más productos, más calidad, más productividad y en definitiva mejores precios”. “No quiero abundar señalando cuánto se han distorsionado las variables económicas virtuosas, que nos permitieron crecer en forma vigorosa”, sostuvo.
“Esta experiencia vivida nos enseña que el mar, del que les comentaba hace un momento, que nos lleva al Desarrollo Económico, es complejo, cambiante, Argentina tiene sin dudas el potencial para lograrlo, pero no puede subestimar el esfuerzo que ello demanda, ni distraer recursos y privilegiar otros intereses. Las decisiones deben ser consecuentes y consensuadas por todos en pos de un objetivo superior, el desarrollo necesita ser una política de Estado”, enfatizó.
Galfione dejó una alarma: “Argentina corre el riesgo de la primarización, una parte importante del mundo nos quiere como simples proveedores de materias primas. Nuestra propia historia y la del mundo, nos enseña que no hay procesos de Desarrollo Económico sin desarrollo industrial. Y que no hay industria posible sin Decisión Política. Y para poder avanzar en cualquier definición política, es condición fundamental el diálogo y la articulación público privada. Cuando esas condiciones están, nuestro compromiso como industriales está intacto como lo muestran desde el año 2020, las cifras de inversiones y recuperación de empleo”.
Luego de destacar “políticas particulares”, como las llevadas adelante en Catamarca y La Rioja, sostuvo que “cada vez que a nuestros empresarios se les ha dado condiciones claras, previsibles, hemos respondido creando empleo”.
“La Administración del Comercio Textil debe ser compatible con el Desarrollo del Sector. Nuestro objetivo es claro, agregar valor para no tener que importarlo, es un eje indiscutible a la hora de pensar en más empleos y mejores salarios. Las divisas que se ahorran, tienen el mismo valor, que las que ingresan por exportaciones”, reclamó.
Galfione adelantó que durante su gestión buscará “generar mayores reglamentos técnicos que nos permitan competir de forma más igualitaria a como lo hacen los países desarrollados, defendiendo sus entramados productivos a través de normas técnicas”. Y para eso, calificó de “clave”, la conformación de un centro tecnológico “como tienen otros sectores, donde podamos llevar adelante los ensayos que serán necesarios al establecer los reglamentos”.
“Mas Inversión, una inteligente Administración del Comercio, Capacitación y Fortalecimiento del Eslabón de la Confección con Planes Específicos, serán los cuatro ejes centrales donde la Fundación Pro Tejer focalizará sus energías. Porque entendemos que son variables que impactan en forma directa, con el nivel de actividad y la competitividad sectorial que necesitamos, para caminar un sendero previsible, que nos acerque a nuestros objetivos”, aseveró.
Fuente: Fundación Pro Tejer/ Indumentaria Online