Ideado para mineros y granjeros por sus características de resistencia al desgaste y la fricción, y consagrado como la prenda de trabajo por excelencia; es recién a mediados del siglo XX cuando se populariza a con la explosión del rock y se convierte en un símbolo de juventud y rebeldía.
Desde entonces, y de la mano de las constantes innovaciones tecnológicas, la industria jeanera crece y sigue multiplicándose. Salen al mercado numerosas formas de acabado como el nevado y el lavado químico. Se afianzan las grandes marcas como Levi’s, Wrangler y Lee; y poco a poco, los grandes diseñadores, comienzan a incorporarlo en sus colecciones.
Es así como el jean logra convertirse en la única prenda que es aceptada por la humanidad entera, superando barreras de raza, religión, sexo y edad como ninguna lo había hecho hasta el momento.
Nueva Escuela de Diseño y Comunicación
Por Noelia Langle, Docente de Nueva Escuela